sábado, 29 de noviembre de 2008

ME VOY A TOMAR...


En la intrahistoria de la realización de WHISKY... quedarán varias cosas curiosas más que, no obstante, forman parte de todo rodaje que se precie y que normalmente no se suelen contar. Suerte para vosotros que yo no haga las cosas "normalmente".




El rodaje de WHISKY... se realizó durante un fin de semana especialmente helado del invierno madrileño. El último día de rodaje se puso a lloviznar durante toda la noche, motivo por el cual tuvimos que improvisar unos paraguas a base de bolsas de basura para no suspender el rodaje. Los actores lo pasaron especialmente mal a consecuencia del frío, a pesar de que llevaban ropa térmica debajo de su vestuario y tenían un super calefactor para bajar la temperatura unos grados entre toma y toma.


La terraza donde transcurre WHISKY... es la propia del piso donde vivimos, cercana al estadio Vicente Calderón. Aquel fin de semana el Atlético jugaba en casa y todos los diálogos correspondientes a ese día se tuvieron que doblar en post producción puesto que era imposible evitar que los micros que usábamos registrasen los gritos del público que acudió al estadio.


Dudo mucho de que en caso de haberlos usado de verdad se hubieran derretido, pero por si acaso, los cubitos que se utilizaron en el rodaje eran de gelatina.


Por supuesto, no teníamos permiso para rodar en nuestra terraza, así que los vecinos nos llamaron varias veces la atención, sobre todo cuando eran las cinco de la mañana, nuestro edificio estaba iluminado como si fuera la torre Eiffel y en el set había treinta personas sin parar de gritar y dar órdenes. Suerte que en ningún momento echaron en falta las plantas del descansillo que tomamos prestadas para decorar el escenario.




Por último, mencionar que el único alcohol que se probó aquel fin de semana, a pesar del título del proyecto... fue una botella de ron Cacique que Rindel y Tomás compraron para celebrar la finalización del trabajo.


En fin... lo típico de cualquier rodaje.




P.D.: Ah, se me olvidaba mencionar que a Charlie le rompieron la luna trasera de su auto mientras filmábamos. Menudo barrio...

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